La huída
Rápido, muy rápido, debía hacerse lo antes posible, antes de que regresara a casa, antes de que fuese testigo de lo que estaba sucediendo. En unas horas él volvería, y para entonces, ya debíamos estar lejos, en otra casa, en otra calle, en otra ciudad, en dónde no pudiese encontrarnos. Los objetos volaban al interior...