Gracias pero adiós.
Parte de mi vida te la debo a ti, hostelería. Tú que tantas horas me robaste, sin tantos fines de semana me dejaste y aún así me distes tanto, que no te lo podría pagar. Empecé siendo una niña y te dije adiós ya no siéndolo tanto. No sería la mujer que soy si no...