La última canción de Lou
Solía levantarse con una arruga en el pecho. Cada día el mismo recorrido para llegar a ese pueblo de extraña opulencia que estaba en las afueras de la capital. Ducha, desayuno, el metro hacia Principe Pío, los ‘buenos días’ al conductor del bus, algo a lo que no pensaba renunciar en esta ciudad de mañanas...