¡Hoy será un gran día!
Mientras era estudiante decidí trabajar para apoyarme con mis gustos y liberarles un poco a mis padres el gasto familiar; mi primo Rob me consiguió empleo atendiendo un puestecito donde vendíamos gafas de sol y lentes para vista cansada; tenía entonces diecinueve años y un costal lleno de sueños atado a mi espalda; ese bazar...