No soporto ni un solo día más en esta oficina de mierda. ¿Dije un día? Es cuanto menos optimista que sobreviva el próximo minuto rodeado de estos zoquetes. ¿Cómo hago para renunciar y no tener que volver a verle la jeta al insufrible de mi jefe? No, no puedo, necesito que me echen para cobrar una liquidación más jugosa. He sido el empleado más incompetente durante todos estos años y ni así han decidido despedirme estos directivos del orto, es que no sirven ni para eso. Bueno, ya fue, algo se me ocurrirá, es ser echado como un perro o ahorcarme con una cadena de calzoncillos sucios amarrados; pero de mañana no pasa.

¡Mierda! ¿Por qué hijueputas no sonó la alarma? No puede ser, voy una hora tarde. ¡Maldita sea mi suerte! Debo pegarme un duchazo rápido. ¿Cagadita? No, no alcanzo, será pasar el día apretando nalga. ¡El agua está helada, la re parida concha de la lora! Nada de baños por hoy, espero que nadie note mi fétido olor, suelo sudar mucho en las noches. Listo, me vestí rápido, al parecer he logrado recuperar algunos minutos. Excelente, anoche dejé cafecito hecho, puedo desayunar rápido, la suerte me ha vuelto a sonreír. ¡Eh! Esta taza está rota, no puede ser, quedé todo manchado. Usaré un saco encima, con este retraso no puedo darme el lujo de cambiarme la camisa. Por fin, logré salir de casa, tengo que llegar a mi lugar de trabajo como sea. Señor chofer, métale la chancletica al acelerador, ¿no ve que somos varios con afán? Qué cantidad de gente va en el bus, ya me han arrimado la verga varias veces a mi desprotegido culo. ¡Viejo cacorro, pare aquí el bus!, ¿o es que me va a llevar hasta la casa de su madre? Avise para ver si le llevamos desayuno de una vez. Muchas gracias, muy gentil. Llegué, y solo me tomó… ¡dos horas de retraso! Ni el mental que tengo es tan grave. El ascensor dañado, claro que sí, no podía ser de otra manera. Después de diez pisos es increíble que mi corazón siga bombeando sangre. Hola, jefecito. ¿Despedido? Déjeme explicarle: verá, la alarma no sonó, no defequé, el calentador del agua se dañó, me regué el café encima, el tráfico estaba imposible y, para terminar, tuve que subir por la escaleras para poder hablar con usted. Sí, por eso huelo hediondo. ¿Qué? Yo sé que no es su problema, pero trat… sí, señor, mañana paso por mi liquidación. Gracias por estos quince años en la empresa, no los voy a olvidar nunca. Dios, ¿por qué a mí? ¿Y por qué no? Debí imaginarlo, tú eres el causante de todo lo malo que me sucedió hoy, nadie más podría ser tan cruel para hacerme lo que me hiciste. Sabías lo que significaba este trabajo para mí, le entregué la mejor época de mi vida, ¿y para qué? Para que tú, en una de tus pataletas, me dejaras sin nada otra vez. Te hice un favor. No, no lo hiciste. Nunca logro llegar a nada por tu culpa. No me casé porque te aburriste del amor de mi vida, no terminé el posgrado porque decidiste que ya no te interesaba estudiar eso, no compré la casa de mis sueños porque el sector te parecía aburrido; y ahora, cuando por fin me van a dar el jodido ascenso que he estado esperando por años, tú decides que ya no quieres trabajar más en la empresa y lo arruinas todo. Créeme, mi amigo, no te convenía, ahí solo trabajan perdedores, tú eres mucho más grande que eso. Siempre es la misma mierda contigo, me tienes jodido. Tranquilo, viejo, es hora de emprender, el futuro es ahora, confía en mí, no naciste para perseguir los sueños de alguien más, tú estás aquí para cosas más grandes. Bah, puede que sea cierto. Lo es, todo lo que hago es por ti. ¿Qué hacemos entonces? Déjamelo a mí.

Mi lengua es un desierto infértil. Mi cabeza la está martillando el mismísimo Thor. Las punzadas tras los ojos son insoportables. Las manos no me paran de temblar. Necesito ir al baño a vomi… ¡buagh! ¡Puta, volví mierda las sábanas! ¿Eso es bilis? No puede ser, es más grave de lo que imaginé. ¿Por qué hay sangre en el piso? ¿Eso viscoso es semen? ¡Jueputa, necesito llegar al lavamanos y vomitar tranquilo! ¿Qué pasó anoche? Nos pegamos una borrachera apoteósica. ¿Por qué? No sé, tenía ganas de unas buenas copas para celebrar que ya no hacíamos parte del yugo del sistema. ¡Imbécil, pero si nos despidieron hace casi dos meses! ¿En serio?, a mí me pareció menos. Eres la peor persona que he conocido en mi vida, dijiste que confiara en ti. Confía en mí. ¡Eso hice, y por tu culpa llevamos cuarenta y cuatro días sin hacer nada! Los ahorros se están acabando y no hemos hecho más que malgastarlos en prostitutas, drogas y alcohol. No los hemos malgastado. ¿Qué? Que no los hemos malgastado, me parece, más bien, que los hemos invertido de una manera sublime. Te odio. No, nos odio. Siempre puedes suicidarte. Eso quisieras. La verdad sí, pero no puedo tomar la decisión por ti. Y nunca lo harás, esta vez yo tomaré el control. Ya he escuchado muchas veces eso, pero dale, tú eres el jefe. Así es, soy mi propio jefe. Perfecto, quiero ver cómo vuelves a fracasar. No, de ahora en adelante pienso ser un tipo sensato. Esperaré a que eso ocurra de brazos cruzados, solo para estar en primera fila cuando vuelvas a sucumbir ante tus pasiones más banales. Yo controlo mi vida. Y yo la destruyo.

¡No, esta vez yo ganaré, autosabotaje!

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS