Avenida de los Ángeles S/N
Querido papa, te escribo esta postal sabiendo que allí donde moras no hay correo, te has ido a un lugar donde el dolor se convierte en una caricia del pasado y el único consuelo que queda es que la dulce muerte te salvo de la leucemia y sus mordiscos eternos. Tus nietas siguen preguntando por...