Súplica
Querida Hada Madrina: Te he llamado varias veces en silencio, a voces, a gritos cuando estaba sola y no vienes. Por eso te escribo. La tarde en la que te presentaste en mi casa me pareció un sueño. Pero sé que fue real porque estoy padeciendo las consecuencias. Hice lo que me pediste; me fui...