Cadenas rotas
Mi cuerpo no era libre, mis pensamientos sí. Dispares en edad y conocimientos sobre el arte de escribir comentaban géneros de escritura, en desaliento permanecí hasta el final: yo no «escribo», sólo es mi forma de saber que estoy viva. Mis hojas participaban del mundo. Deseaban socializar, charlas de café, viajar, amar, ser militantes, ¡libertad!...