Flor de chocolate
I Respiró profundo. Una y otra vez, dejó que el olor lo invadiera. En la primera inhalación, los poros de su cuerpo se abrieron al unísono y en cada uno de ellos se produjo un estallido de oxígeno que lo estremeció en lo más profundo. Un segundo después, el corazón y los pulmones se detuvieron...