78 sábados Madrid-Archena
A primera vista me pareció un tipo esmirriado y sin fuelle. Puntual, eso sí. Faltaban siete minutos para las diez y él ya estaba allí, con su chaqueta vaquera de puños gastados y su bolsa de deporte naranja, en la rotonda de Plaza Cataluña. Me sonrió dándome la mano antes de acomodarse en el asiento...