De fantasmas, monstruos y soñadoras
No son los fantasmas de mis viajes pasados, presentes y futuros, pero casi. Tres pasajeros se suben a mi coche. Del primero me preocupo, al segundo le tengo miedo y de la tercera me compadezco.
740participaciones
No son los fantasmas de mis viajes pasados, presentes y futuros, pero casi. Tres pasajeros se suben a mi coche. Del primero me preocupo, al segundo le tengo miedo y de la tercera me compadezco.
Estaba acudiendo a la parada de Blablacar donde había quedado con Susana. Nunca había viajado conmigo, así que le envié mi matrícula y mi modelo de coche. Cuando llegué, apareció con un chico llamado Luis y entre risas se subieron a mi coche. El chico, cargó las cosas de Susana y se subió. Cuando estamos...
En un viaje compartido a través de una carretera envuelta en niebla, cuatro desconocidos se encuentran atrapados en una travesía que parece desafiar el tiempo y el espacio. Sin saber sus nombres ni sus destinos, sus diálogos cargados de subtextos y miradas perdidas revelan fragmentos de sus vidas y temores más profundos. A medida que el coche avanza en la penumbra, un resplandor en el horizonte insinúa un final incierto, mientras la sensación de estar atrapados en un bucle sin fin se apodera de ellos. “El Camino” explora la soledad, el misterio del destino y las conexiones humanas que surgen en los lugares más inesperados.
Apenas cuarenta centímetros de una cabilla a la otra, en ese espacio va sentado en un banco. Los pasajeros son muy diversos, en común solo la cantidad de dinero. Las paradas son frecuentes, ¿La velocidad?, la máxima permitida por este coche del infierno, equipo de cargas adaptado para personas. Y allí va solo, en ayunas,...
Fue en La Habana, cuando la vida aún tenía la costumbre de regalarme misterios envueltos en el papel de lo cotidiano. Me dirigía a la barriada de La Víbora, desde el corazón de La Habana Vieja. Paré un taxi justo donde los jardines del Capitolio se desplegaban más verdes. El auto, un Chevrolet norteamericano, probablemente...
En octubre de 2024, íbamos de Madrid a Málaga en Blablacar. Éramos mi pareja, yo, y un chico que acababa de unirse al viaje. A medio camino, nos contó una historia que nos hizo llorar de la risa. Era su primera vez en Blablacar, y la noche anterior, justo en la víspera del Día de...
Se acercaba el momento de la cita acordada en BlaBlaCar. Sobre la alfombra de alquitrán un destartalado descapotable amarillo chillón avanzaba hacia mí a toda pastilla. –¡No será verdad que ahí voy a viajar yo! –me dije–. Pero la tartana se detuvo. –Eres Luisa, ¿verdad? –. Por unos segundos dudé qué responder, pero no podía...
la tensión se sentía, era inevitable perderme en esos ojos verde oliva, que al igual que yo solo esperábamos impacientes el momento de emprender el viaje, al llegar el conductor, debí ser el copiloto, mientras él se sentó justo a mi vista del retrovisor, dos chicas wapas a su lado, algo retraídas al inicio, después de...
Hay personas que se quedan grabadas en tu memoria para siempre, y a veces, las casualidades, el destino o el universo, hacen su trabajo.
Mi caso fue la primera vez que usaba la App. Yo tenía la reserva para 3 ocupantes,como se recomienda, pero un chico me pidió que si por favor lo podía recoger en el aeropuerto que era su última opción para llegar a casa, yo le cancelé ya que llevaba ya a otras personas, al final...
Recogimos a la chica justo en una curva en el margen derecho de la carretera. Cuatro los pasajeros más el conductor y BlaBlaCar el punto de encuentro. Tres chicos y dos chicas. El silencio después del saludo inicial resultó incómodo, hasta que pasados unos minutos, la conversación empezó a fluir de manera natural. Soy fulanito...
Ionan solía ofrecer asientos en BlaBlaCar para sus viajes de Madrid a Vitoria. Era una forma de ahorrar y conocer gente. Pero cuando Usoa reservó un asiento y le explicó que el viaje no era para ella, sino para una paloma, Ionan estuvo a punto de rechazarlo. “Se llama Indiana”, le dijo. “La encontré herida...