Quisiera poder escribir versos bonitos,

versos que te hagan llorar,

palabras que el viento no se lleve jamás,

que tu corazón nunca olvide.

Quisiera mirar a través del alma,

y ver que mi nombre forme parte de tu destino.

Y en una piedra, yo amarro este poema,

que, en tu rebosante laguna de amor, lanzarla,

hundiéndose, sin flotar,

y que permanezca ahogado en tu corazón,

y escuches la escritura que mi voz le dio a la tinta,

para que sientas mi amor y no simple palabras vacías,

y como si nada se desprenden los pétalos de una rosa,

en una terraza cuando el viento agita,

y ellos buscan un capullo como tu sonrisa,

como tus radiantes ojos para germinar,

y florecer al alba dorada.

La sombra de tu cuerpo,

descansa en el suelo helado,

no resisto, no resisto,

estar lejos de tu sombra,

que besa el viento,

y se van las horas,

como las nubes en el cielo,

el tiempo es engañoso,

pues siento, que el mundo incierto,

se va tan rápido sin ti.

Quisiera enamorarte

como la noche a la luna,

aparecer después del crepúsculo

sin falta, 

desde el origen de los tiempos.

Quisiera besarte,

como la lluvia, las gotas y el roció

a la tierra virgen y fresca,

al pasto,

al fuego cenizo,

y que no se apague el amor,

que un día nació de improvisto,

que los días y las sonrisas,

sean eternas,

y que el odio,

jamás derrumbe la muralla que nuestros

corazones hicieron uno.

y quisiera, ¡vaya que, si quisiera!

jugar con el sentido de tus manos,

y poder tomarlas como mías y las mías como tuyas.

Quisiera amor, ¡oh!,

cuanto quisiera poder navegar en tus ojos,

surcar tus pupilas,

y desembocar en tu alma.

Quisiera abrazarte tan fuerte,

Sentir tu aroma y que este se quede impregnado en mi piel fría.

Quisiera liberar un romance,

como arena tibia,

que viaja con el viento,

del desierto, silencioso y sereno.

Quisiera que cuando toque perder la vida,

con el oleaje de tus días alegres,

para irme con sonrisas,

embriagado de alegría.

que nuestra historia,

en un cordel de oro,

se haga una fantasía,

una aventura real,

a los ojos del cielo.

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