Perfil público

Escribo por necesidad fisiológica y tomo la lectura como alimento. Escribo y borro, escribo y borro. A veces también dibujo, de manera bastante sucia, por la misma necesidad pero saciándola con pulsos que un teclado nunca puede satisfacer. Y sí, publicar no deja de ser un sueño, como toda persona que escriba, aunque sobrellevo con bastante dignidad ser un inédito. Siempre hay momentos bajos en que la envidia y el rencor me reconcomen las entrañas pero consigo apaciguar mi alma acariciando a mi perra, que olfatea el mal rollo y viene a meter la cabeza entre mis rodillas cuando me escucha resoplar ante el portátil.
Por lo demás soy bastante normal, lo que pasa es que últimamente, lo demás, es poco frecuente. Vale, sí, soy raruno.