Nuestro legado

“Derrumbe”

25 de marzo del nuevo año, en lo profundo de una cueva se escuchaban los gritos de personas, el quebrar de los vidrios el sonido de las explosiones debido al fuego que arrasaba con todo a su paso, debajo del humo personas corriendo queriendo salvar cada una de sus vidas y detrás de ellas hombres persiguiéndolos con las herramientas que utilizarían para matarlos. Una situación que duro aproximadamente una hora para que los hombres de capucha llegaran a la oficina que les interesaba la última y más importante de todas. Encontraron dentro a una pareja, un matrimonio, el hombre rápidamente se posiciono en la puerta para interponerse entre los intrusos y su esposa, ella rápidamente tomo en sus manos un tubo grande de metal, decidida a defender a su pareja.

Escucharon fuertes pasos aproximarse, a cada minuto se escuchaban más cerca seguido un silencio sepulcral se instaló en ese momento el hombre giro su cabeza para ver a su esposa contemplando a aquella mujer que había sido su pareja incondicional, ante todo, sabiendo bien que aquellos minutos eran sus últimos, sabiendo que esa era la consecuencia de cometer aquella ofensa ante el hombre que llevaba el control de esa familia y el único pago para repararlo era la eliminación.

Un sonido atronador estallo, dejando ensordecidos por unos minutos a la pareja, entraron los hombres con la promesa de muerte en el aire, el esposo se movió primero logrando asestar algunos golpes a un hombre a lo que los demás se aproximaron a él dejándolo inmovilizado. Después se aproximaron a su esposa, con lágrimas de sufrimiento derramadas ataco, nunca tuvo una oportunidad. Detrás alguien le clavo un puñal a la altura de su medula espinal dejándola tirada sin poder moverse.

Ambos habían quedado de un extremo a otro, el hombre con dificultad giro su cuerpo para ver a su esposa. Ella aun luchaba para acercarse a él.

– Os mandan saludos señor y señora Rotheimerfell una pequeña cortesía de él, me imagino que no es necesario decir su nombre ¿verdad? Si la sangre de la rama del mismo árbol te desafía no hay más solución que quemarla – pronuncio el hombre que estaba al fondo con un tono burlón haciendo una seña con la mano, los demás hombres comenzaron a regar un líquido por la oficina.

Ojos lagrimosos se encontraron tratando de llegar uno al lado del otro para que sus manos lograran entrelazarse, estaban tan cerca, tan cerca de lograrlo, un rápido corte se interpuso cortándoles el brazo a ambos.

– No hay mejor diversión que ver esto, os tenían mucha fe en ustedes, se dan fuerzas el uno al otro, ¡me encanta ver estas caras! ¿Duele? ¿Sienten el dolor, saber que están a unos minutos de cerrar sus ojos para siempre? ¡Me alegro! ¡Esto es lo que me hace feliz, por favor sigan! ¡Vamos! Esta escena jamás podré volver a verla, solo se muere una vez, necesito disfrutar esto de principio a fin sin omitir nada – soltó ruidosamente

Ojos arrepentidos del hombre buscaron los de ella pidiendo perdón por los acontecimientos que estaban sufriendo y por todo lo demás, la mujer correspondió con amor y agradecimiento por todo lo que habían vivido juntos, fue todo lo que podría querer sin más ni menos. Recibió dos puñaladas en sus órganos oculares dejando al hombre sangrando con dolor impidiendo ver la imagen de su esposa después de él se dirigieron a ella jalándole el cabello colocaron el cuchillo en su cuello solo basto con hacer un corte limpio con fuerza de lado a lado para degollarla y así impedir que siguiera emitiendo sus quejidos por más tiempo.

– Ahora la escena es simplemente perfecta ¿no les parece? Sin vista para contemplarla, sin voz para calmarlo lo unido que pueden hacer es escuchar mi gloriosa voz, espero sinceramente que su camino al más allá sea placentero al encontrarse con alguien más, alguna otra alma o espectro y los vea así tan perfectos tan mutilados y se acuerden con afecto de mi – terminando de decir aquello se fue sacando la máscara que portaba, una máscara blanca la mujer con la poca consciencia que le quedaba lo vio reconociéndolo, la última imagen que vio fue su cara sonriente.

Posteriormente se aproximó al hombre que aún permanecía en el suelo sufriendo habia recibido cincuenta puñaladas, en algún momento el cuchillo se rompió dejando la hoja clavada en el cuerpo pidió rápido otro cuchillo y continuar con el ataque. Cuando observo que nada se movía a excepción de su brazo con el cuchillo paro. Apartándose de ambos cuerpos pidió un pañuelo para limpiar su mano llena de líquido rojo.

Aquel día se derrumbaron dos pilares se dejaron sin padres a dos hermanos, sin un hijo a un hombre, sin un hermano a unos hijos y sin protectores a una niña.

– Ahora buscad a la mocosa, no debe de llevarles mucho tiempo encontrarla – demando Sammael a los hombres.

Derrumbe

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