Las burbujas naranjas
se tomaron mis palabras
Solo una excusa
ante la necesidad
insistente
de decir “te quiero”
que rondaba en la esquina de un barranco.
Burbujas con la brujería de la bergamota
partieron observándonos desde el borde
cristalino y cantarino
que resbalaba los sonidos.
Comentaban entre ellas
que ya me tenían en contrabando
coquetearon y danzaron
trepando
por los hielos plateados y craquelados.
Tragaron todo el ingrediente rosado,
mientras pasaron por mi boca
te miraron, cantando.
Y reían a escondidas
porque venía el espectáculo.
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