DEL AMOR AL CRIMEN

DEL AMOR AL CRIMEN

Lenn Verchiel

14/03/2023


¿Por qué siempre estás aquí? entre la niebla y la
penumbra, entre la furia y la pena.


¿Por qué tendría que huir de mi hogar? Cuando la
melancolía de estas paredes me someten.


Porque fuera de mí, te fue otorgada una vida, un pasado que
ha forjado cada parte de ti, estés donde estés tus emociones son
como el arsénico, nubes rasgadas y murientes.


¿A dónde más podría ir, cuando mi vida se entrelaza en
tu camino? te has convertido en mi salvación y condena.


Debes regresar a tu hogar, donde las paredes sordas al
sentimiento no te juzgan.


Tu eres mi hogar, eres la huella de mi alma, qué importa si
del cielo o del infierno vengas, si de mi corazón te has apoderado.


Si, pero en algún momento fuiste su dueña, y sin vergüenza
y contemplación solo lo arranque, ¿quién enseñó a los hombres a
exiliarse en corazón ajeno?


¿No lo recuerdas?


¿Recordar que?


Aquel día cuando el cielo era grisáceo y frío, y a pesar
de que los dos estábamos de frente, el viento era el único que
conversaba.


¿qué hay con eso?


Que puedo yo decir cuando apenas y tus ojos me miraban, sin
ceder ante torrenciales vilezas, mientras mis labios guardaban la
armonía de cada palabra que nunca más volvió a emerger, cuando mi
voz se mutilo en el ocaso, no había mucha diferencia entre existir o
morir.


No comprendo, ¿a dónde quieres llegar? hablas de una
manera tan inerte, que el rojo del corazón decae en los huesos rotos
del pleamar de la miseria.


Se que es lo que querías que hiciera.


¿De qué estás hablando?


Me lance vivamente para arrancar aquellos últimos rastros
de desdicha.


¡Que!


¿Si, recuerdas como me tratabas?, mis emociones eran como
un río en soledad, despertaba sin el tacto de tu piel, sin la
contemplación de tus ojos, sin nada más que con la cruel nostalgia
de tu indiferencia, aunque compartíamos la misma cama.


¿Qué estás diciendo? ¿En qué momento soy el responsable
de ese resentimiento?


Juraría que hace tiempo le diste un valor a mi vida, un
sentido, una esperanza, pero en algún momento todo eso se convirtió
en un fantasma del pasado, ¿cuál es el objetivo de vivir cuando la
persona que amas lo deja de hacer?


¡Basta! deja de jugar, ¿acaso no sabes que el amor nos
revela el rostro de dios y del diablo?, en el amor se explora el
infierno y el paraíso, la sombra y la luz, la redención y la
condena, la perdición y la gloria.


Todo sucedió en silencio, mientras al dios al que le rezas
no impidió enterrar nuestro amor, es la razón por la que mi agonía
te rodea, vagando por tu amor, viviendo de los recuerdos, quien sabe
amar sabe el precio que eso conlleva.


Por supuesto que es una buena explicación, cuando la
historia es contada bajo la fe de tu palabra, pero la realidad puede
más que la necedad de tus locuras.


¿Es apropiado llamarle locura a los sentimientos provocados
por un hombre? debería ser responsable del efecto que causa a su
amante, duele, duele porque solo sembraste discordia, porque ya no
era miel la que bebía, si no agrios pedazos de naranjos, renuncie a
la vida al saber que tu corazón ya no se entrelazaba con el mío,
bajo los mantos de la eternidad te seguiré amando.


Suena a amenaza.


Es lo que es.


Pero… tú me mataste.


¡No tú!


¡fuiste tú!


Siempre fuiste de los que voltean las cosas, has sido como
una serpiente venenosa y envolvente.


Lo hiciste, lo hiciste cuando plasmaste mi persona en un
cuadro idealista, las expectativas deberían de ser un grave pecado,
enjuician la necesidad de ser.


Hay parte de verdad en lo que expresas, pero la otra cara
del sol evidencia la ausencia de tu interés por mí.


Si tan solo hubieras entendido que lo hacía por los dos, no
había noche que no pensara en nuestro futuro, pero no pudiste
esperar, siempre has sido impulsiva, siempre queriendo entrar en mi
cabeza y nunca viste cuanto te amaba.


Yo estoy muerta, no tu.


Recuérdalo me mataste, tus palabras fueron, si no seré yo
la que cuide de tu corazón, nadie más lo hará.


¡Tratas de volverme loca como siempre lo hacías! Eso fue
lo que me condujo a la ruina, y tu no demuestras nada de
remordimiento.


¿Cómo puedo sentir vergüenza de quien con el pasar del
tiempo me quitó la vida, extinguiendo nuestro amor como una peste?
Si tuviera la fuerza para avanzar te llevaría al lugar donde nos
conocimos y recordarías el palpitar de tu corazón.


Era amor, lo sé porque cuando todo estaba mal, a tu lado
todo se transformaba en felicidad, pero con el tiempo dejaste de
necesitarme como antes.


No lo sé, supongo que el tiempo en parte se convierte en
rutina, y cuando algo ya es parte de ti, acostumbramos a olvidar su
valor, olvidando cuánto luchamos por tenerlo.


Empezaste a amarme desde la ventana de tu mundo, donde no
podía cruzar, yo solo quería ser feliz a tu lado, pero lo único
que recibía eran noches largas de sollozo, gotas ácidas de
amargura.


No sé qué decir, ser el muerto no me da mucha voz.


Nunca supiste hacerlo, en cambio yo porto la herida de tu
egoísmo, no dejaba de sentir lo mucho que te amaba, y al par lo
mucho que te odiaba.


Era una persona con sueños.


Tus ambiciones cegaban los miles de besos que te obsequie al
dar mi vida por ti, sin darme cuenta me olvide de mí, lo que sea
para que no pudieras olvidarme, quería ser el impulso de tus deseos,
quería entrar en el cualquier parte del grimorio de tus sueños,
pero nada fue suficiente, siempre fui un verso sin tinta en tu hoja
blanca.


No sabía que esto pasaría, en este desierto de culpas
desearía la presencia de una lluvia compasiva llena de luz.


Noches continuas recorrían el mar de mis recuerdos, mi
viaje iniciaba desde la primera vez que te miré a los ojos, donde
pude sentir la piel de tus manos, hasta terminar bailando en el
abismo de tu rechazo, donde ya no era posible formular una palabra
hacia ti.


solo me mantenía ocupado lo sabes, ¡pero tenías que
matarme!


A este punto ya no importa quién mató primero al amor, fue
víctima de los dos, preferiría simplemente desvanecerme y dejar
esta alma atormentada, ahora tu estas lejos, y yo no puedo olvidarte,
pero el corazón es tan frágil que puede llegar a romperse y nunca
más recuperarse.

Después
de releer los últimos mensajes, supe que había una vida sin él,
pero jamás un amor verdadero, alguna vez tuvimos una buena historia,
pero el orgullo nublo como telarañas nuestro juicio y emociones,
olvidamos mirarnos como la primera vez, olvidamos sentir el roce de
nuestra piel como la primera vez, hubiera querido un abrazo en ese
breve crimen, y no un salado beso de despedida, no se puede poseer un
jardín sin ser regado todos los días.

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