Seguís ahí, como una mirada impertinente, estoica, monolítica sin perturbarte.
Buscas

siempre lo que nadie busca solo porque te hace sentir fuerte y más

importante que el resto, lo que no sabes es que te devora el tiempo los

talones…
¿Para que tantas quimeras decime?, si al final después lo extraordinario siempre se vuelve así…igual, ordinario.
Seguís ahí, como una promesa que nunca vas a cumplir aunque no lo querés saber lo sabes bastante.
Pero…

Seguís ahí y nada te conforma ya, nada ni nadie es suficiente. Te pido

una tregua, te pido un instante en el camino, nada más, creo que me lo

merezco, al menos me lo debes ¿no?.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS