-EL PENSAMIENTO DE DIOS-

          En mis cortos 16 años de vida he escuchado a muchas personas decir la siguiente frase: ¿Quién soy yo para juzgar los planes de nuestro Dios? Es una frase que definitivamente deja pensando a más de uno, por ejemplo, yo lo he pensado mucho, y en eso pensé lo contrario, ¿Quién es dios para juzgar nuestros planes? Definitivamente es una pregunta que me hizo pensar aún más.

        En primer lugar, tendríamos que plantearnos la pregunta ¿Qué hizo Dios por nosotros? Seguramente un creyente te dirá que Dios hizo todo, él hizo el universo, nuestro hogar llamado tierra, los árboles, los animales y lo más importante, la creación del hombre, y por ende eres una creación de Dios. Un agnóstico te dirá que probablemente lo que dijo el creyente es cierto, pero este tiene sus dudas; y un ateo te dirá que el creyente está equivocado, pero ¿Quién tiene la razón? Quizá nadie lo tenga, pero vivimos en una sociedad que nos inculta tenerla, y eh ahí llegamos de nuevo al problema. Vivimos en una sociedad que se interesa más en los pensamientos de otros, qué en sus propios pensamientos, quizá este sea el verdadero problema; personalmente preferiría vivir en una sociedad sin creencia alguna, pero obviamente ello es imposible.

          Las personas creen en Dios porque estos necesitan de él, pero Dios no necesita de las personas para poder existir ¿o me equivoco? Puede ser que sí o puede ser que no, en fin, eso está en tu criterio, pero de una cosa si estamos seguros, la vida solo es una, sin importar la creencia de cada persona, todos tenemos miedo a la muerte, ¿y si no? Aunque sea solo admite que no quieres morir mañana, ¿nadie quiere eso verdad? Nos damos cuenta que nuestra vida va incluso más allá de un pensamiento, en lugar de estar pensando sobre una duda existencial y estar debatiendo entre nosotros mismos, deberíamos de estar preocupados por mejorar como sociedad y sobretodo mejorar como persona.

          En segundo lugar, la sociedad en un modo general se caracteriza por estar divididos en grupos y cada grupo quiere tener siempre la razón, y sí… todos queremos tener la razón ¿pero la razón de qué? Incluso yo no me entiendo a mí mismo, y menos aún podría entender a otras personas. Pero al parecer Dios nos entiende a todos, por eso todos tenemos la razón, al parecer Dios es tan bueno que nos deja pensar libremente sobre su propia existencia, o al parecer eso se salió de sus manos. Según la biblia nos dice que Dios creó al hombre para dotar de inteligencia, y poblar un mundo hermoso que él había creado, un mundo que quizá era “perfecto” pero efectivamente no lo fue.

         El mismo lugar al que Dios llamó el jardín del Edén, personalmente para mí es la peor “creación” de Dios, pues fue el lugar menos seguro para Adán y Eva; aquel paraíso solo fue el infierno del mismísimo Dios, según la biblia, en aquel lugar el hombre tomó conciencia de sí mismo y empezó a diferenciar entre el bien y el mal, pues al parecer no solo la semejanza del hombre la tuvo Dios, sino también sus errores. ¿Contradictorio no? Por otro lado, en el mismo caso, un ateo te diría que el bien y el mal solo depende del hombre, y las malas acciones que este realiza, depende de los valores éticos que esta conserva, pero ambos solo dejan por descubierto, que tal perfección no existe en este mundo. Y si no existe tal perfección, ¿por qué la seguimos buscando? 

      Creo que llegamos en un punto en el que comprendemos que la vida solo es un camino de aciertos y desaciertos, de temor y esperanza, de buenos y malos, pero ¿acaso eso quiso Dios? Creo que no; es mejor aceptar que los pensamientos no significan nada ante las acciones, un creyente solo debe seguir los pasos buenos de su creador, al igual que un ateo también puede ser buena persona, lo que digo es que un creyente no puede ir al cielo, con el simple hecho de creer en Dios, y un ateo no puede ir al infierno por solo no creer en este, hasta un ateo podría ir al cielo con sus buenas acciones… quizá esto fue el pensamiento inicial de dios!