Hermosa eres como cual mi tinta para la escriba. 

Fabulosa como el rocío de la mañana. 

Fascinante como el destello de un lucero.

Tan perfecta para un mundo imperfecto. 

Ojos y alma eres al mirar. 

Tras mis córneas tu imagen ilumina mi alma.

Y me lleva a viajar. 

Pues lo distante desaparece cuando se viene tu llegar. 

Eres luz, fuego y aire. 

Vida, esperanza y baile. 

Ojos de olivos vivos. 

Sentir de un amor encendido. 

Vuelvo y entrego mi vida al escribir.

Porque es mi corazón latir. 

Al verte a ti.

Acabo mi oda a tan despampanante persona.

La cual sin dudas nunca me cansará. 

Hasta el final.

Cuando mi mano no le sea menester más escribir.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS