A donde vas ?-, pregunte preocupado mientras la pequeña seguía caminado al costado de la vía a solo unos pasos de los grises rieles que brillaban con la luz del ocaso…

-Voy a buscarlo-, contesto ella sonriente mientras con su pequeños dedos señalaba hacia al sol que comenzaba a esconderse por el horizonte envuelto entre destellos de luz dorada.

– Pero como, como que vas a buscarlo, estas hablando del sol?-, pregunte nuevamente ahora más preocupado mientras ella sonriente caminaba y caminaba.

– Si voy a buscar al sol…no ves que se esconde, no ves que se escapa-, me respondió entusiasmada como si una fuerza invisible la estuviera arrastrando.

Siguió caminando costeando la vía sin importarle lo que le dijera yo, ella no se detenía, solo atine a seguirla con miedo a que algo malo le pasara. La seguí de cerca intentando no molestarla, pero mi cabeza, mi razón no comprendían como esta niñita tan chica podía querer ir a buscar al sol, pensé en sus padres quizás ya la estarían echando de menos. También pensé en la noche que pronto llegaba, así que la detuve parándome frente a ella como tratando de que ese hechizo si es que había alguno se terminara.

Pero paso a través de mi, me atravesó como una flecha de fuego y me incendio completamente el alma eso fue lo que sentí.

Me quede perplejo y te juro que no era miedo lo que tenia era otra cosa, tampoco era tristeza era más bien una nostalgia. Y así sin darme cuenta se me aguaron los ojos como cuando extrañas algo o a alguien que ya no esta, que ya no alcanzas, me di media vuelta para averiguar si era cierto, o en verdad yo estaba alucinando.

Y entonces la volvía ver ahora mas lejos ya no caminaba ahora corría daba saltos y hasta te juro que la oí cantar o tararear alguna tonada. Después casi sin darme cuenta se diluyo, se perdió en el horizonte se mezclo con esa pálida luz que deja el sol mientras se marcha…

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