Sonata de un loco enjaulado
Mi pluma escribía sin mí. Las palabras eran la única parte de mí que seguía siendo libre. Estaba atrapado. Malditamente atrapado. No sé cómo llegué aquí. O si, alguna vez, estuve fuera. No sé quién fui. Ni quién se espera que sea. Lancé la pluma, no queriendo ser testigo de sus blasfemias. Ella chocó contra...