El amor en tiempos cibernéticos
Lástima que no haya billetes para maniquíes. Sí quedan plazas en los vagones de humanoides y también para los híbridos, ¡con los sucios que son esa aberrante mezcla de animal y ser humano! Lo dejan todo lleno de pelos y excrementos. Habrá que buscar un teletransporte compartido como alternativa al tren magnético. La compañía debería...