Llego el momento de partir
-Lastima que no haya billetes para maniquíes. Me gustaría llevarte a Madrid, pero no te atreviste a sentir, y no te juzgo, ya que no hay corazón en ti, que pueda latir. No le diré que la vi, es mejor que todo termine así. -No tienes que ser sarcástico, ¿A donde vas a ir?. -Voy...