Incognita colectiva
El veintidós ya es historia. Recuerdo saludar a su chófer cada tarde. «El Pulga» le decíamos, por cómo te hacía saltar. Un hombre misterioso; nunca nadie lo vio fuera del colectivo. Algunos borrachos aseguraban que su cuerpo era parte de la misma maquina, otros afirmaban que no sabía caminar. Los demás, elegimos acostumbrarnos y no...