Evangelio
Su barba y su melena expuestas al viento le conferían un atractivo especial. No así a los doce tipos desaliñados que le escuchaban. Llevaba muchos días sermoneando a todos ellos, porque quería que partieran de viaje a nuevos destinos donde predicar sus enseñanzas. Entonces ocurrió lo impredecible, uno de ellos estornudó y otro dijo ¡Jesús!....