Atraco perfecto
Él ya estaría tomándose un daiquiri en el Malecón y yo en la playa de Varadero tomándome otro. El atraco había resultado perfecto, ni un solo herido, la huida discreta e inadvertida, y sobre todo la policía sin pistas. En tres días hubiéramos partido de viaje a Cuba en dos vuelos distintos, y a disfrutar...