Te regalé una bonita sonrisa de Joker.

El juego de bromas pesadas había ido en escala. Cuando publicaste un aviso de oferta laboral con mínimos requisitos y un sueldo exorbitante y pusiste la dirección de mi casa en el periódico de la ciudad, yo supe que debía superarte por mucho.

Con ayuda de un amigo que impostó a una empresa de turismo ideé este premio que «te ganaste». Un viaje a China con todo pago, con una empresa que te recibiría allí, intérprete, alojamiento, excursiones.

Valió la pena pagar el pasaje de ida, única verdad en la lista de beneficios.

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