Lucha de guasones
Te regalé una bonita sonrisa de Joker y tú me arrojaste una hiriente mueca de bufón, fue una despedida triste porque uno y otro sabíamos que era la última vez. Siempre fuiste así, diferente, necesario, indecible. En algún instante tierno, cálido, un padre. En ocasiones tan cruel, tan alejado, tan hombre fútil. Eras tú. Sencillamente...