Lástima que lastima
LÁSTIMA QUE NO HAYA BILLETES PARA MANIQUÍES, para que éste viaje humanamente hasta tu cama, y te convide esa camisa sin encorvarse y sin bajar los hombros, lástima que no hay un tren suficientemente grande para llevarte este escaparate y ésta esquina hasta la ventana del cuarto; y lástima que no puedo absorber el aroma...