Sorpresas te da la vida
Él ya estaría tomándose un daiquiri en el malecón mientras sucedía esto al otro lado del charco. El comisario García reniega en su despacho. Sobre la mesa, papeles revueltos y un cenicero repleto de cigarrillos apagados a medias. Lleno de rabia, pega un puñetazo sobre el contestador telefónico. En el aeropuerto, Carlos observa la pantalla...