La Cruz del Altozano
En la “Plaza del Altozano”, donde desemboca la calle “la Verbena”, coronada por una cruz de hierro contemplo el paso del tiempo desde mi frialdad marmórea y mi silencio de quietud policromada, observando la alegría de las fiestas, el deambular de la gente y el llanto de los entierros. Testigo mudo de amores secretos, de...