club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
369participaciones
El taller de escritura: concurso de microrrelatos Admisión de originales: 15 de mayo a 17 de junio
Periodo de votaciones: 18 de junio a 9 de julio
Fallo del Jurado: 27 de julio
Sr aventurero: Goce de un día más para comenzar su tertulia, le brindo en alto que será capaz de llenar su copa. Con tanto papel en blanco le daré un límite de espacios, para recordarle a usted que no es el propietario. Para desarrollar su historia le planteare un tema que quizás no sea de...
Otra vez sentados en una u de BloomsbUry. El profesor, un acento. —Mi nombre es Fran, aspirante a poeta. Me gustaría saber si lo que escribo… —«Una obra de arte es buena cuando brota de la necesidad», Rainer Maria, 124 años sin escribir un ripio. —Catarina, la del arroz, vengo a contaros lo de mi...
Verano caluroso el de aquel taller. Primer día y los participantes empezaban a escribir en completo silencio. Se escuchaba el sonido del ventilador y el golpeteo de una pluma. Me parecía escuchar algunos diálogos: “¿Lo escribo? Mejor no, me da pena. ¡No sirves para nada! Cállate papá. Lo voy a escribir. Si vas a hacer...
Siempre que limpiaba los cristales llovía, o eso decía mi madre; nunca me detuve a comprobarlo. Lo que sí podía comprobar ahora, sentada a los pies de la cama, velando su cuerpo, era lo mucho que llovía y, sin embargo, lo sucias que estaban las ventanas.
Soy una persona puntual que suele llegar tarde a sus compromisos trascendentales. Cuenta mi padre que el día de mi nacimiento llegué sin previo aviso y sin embargo una comadrona estaba de visita, fue ella quien marcó la diferencia cuando le ordenó a mi madre: Puja o el muchacho se te muere. Aquí les dejo...
Los hombres buscaban a Dios. Por ello, comenzaron a construir una torre que los llevara hasta Él. El Todopoderoso restó importancia al asunto, seguro de que la obra se derrumbaría. Sin embargo, poco tiempo después, al ver que crecía, se puso serio y, para detener la construcción, hizo que los hombres dejaran de entenderse. Entonces,...
Entré en clase y leí en la pizarra: «Soy la persona que imparte el taller y estoy oculta entre ustedes. Redacten un escrito indicando quién creen que soy y por qué». Eché un vistazo y aposté por una chica de treinta, con gafas y semblante distraído. A mí también me observaban, claro. Tres días después...
Muchas maneras de decir lo mismo, aunque de decir lo mismo maneras muchas. Y me encontré con alguien que podía haber sido yo, y siento lo que ella hubiera sentido. Me fascina. Patas de gallo, pico de flor, uñas de gato, cigüeñas, mantón. Cara de barco, ojos de nuez, no tengo sueño, duérmete tu. Morían...
Tanto por decir, sentía que mí corazón palpitaba fuerte y galopante; como si estallara. Tomé una hoja en blanco, un lapicero y cuando me di cuenta, contaba historias en tinta azul a mi diario. Otros días, frente al computador, mis dedos tecleaban las letras, para escribir historias de vida, de miradas correspondidas o de desamor....
