La última plaza
Para ser sincero, no tenía demasiadas ganas de inscribirme. Estaba convencido de que no necesitaba mejorar mi habilidad para combinar con gracia las palabras pero, a la vez, sentía curiosidad por lo que podría aportarme Luis Crespo, un reconocido maestro del género dramático, al que admiraba. Decidí apuntarme el último día, por teléfono, y me...