La pescadilla que se muerde el futuro
En el taller me di cuenta de que no era buen escritor. Al menos, seguro que mis amigos me leen…Y al menos, uno, me leyó. Me conformé con que me leyera la familia, pero tampoco, aunque el perro se orinó encima… sería de la risa. ¡Seguro que mi pareja lee!… En el prólogo me dijo...