¡Vimos la luz!
Bullíamos apretados en aquella estancia oscura. Ansiábamos que alguien nos conociera; salir a la luz en una hoja escrita. En un momento aquella estancia se iluminó. Nos apaciguamos; surgimos como un torrente y llegamos al ansiado papel. Ahora teníamos nombre: relatos. En la mesa donde reposábamos nuestra aventura de haber llegado a la existencia había...