Desierto Helado
Mis ojos no alcanzaban a distinguir el horizonte nevado y el frío me hacía tiritar, a pesar de las cuatro capas de abrigo que llevaba. Cerré la puerta del coche y miré a mi alrededor. Unas cuantas casas viejas o en ruinas, un pozo, unos bancos ajados y lo que parecía haber sido un pequeño...