La casa abandonada
Han pasado quince años. Mis pasos, vacilantes y cansados, quizás porque cargo con mi vieja maleta de cuero y un bidón o quizás por la falta de costumbre tras el largo encierro, me van acercando a la casa solitaria tras la curva de la calle. El muro de ladrillo que la rodea casi oculta la...