Forma informe
El arte de la guerra enseña que todo lo que se puede definir puede ser destruido.
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El arte de la guerra enseña que todo lo que se puede definir puede ser destruido.
Su cabellera rubia se inclinaba al igual que su rostro sobre un costado de sus hombros, una de sus manos parecía adular su cadera, la otra descansaba indiferente. Una correa dorada ajustaba su vestido negro recorriendo con calma la curva de su cintura y un sencillo collar acariciaba su delicado cuello. Un leve gesto sobre...
Tres de la mañana. Éramos 423 aspirantes al empleo de auxiliar de clínica. Gran Hospital público de la época en que Franquito inauguraba pantanos y nosocomios. Mugre, muebles de fornica, luces tintileantes y enfermizas. Colillas de porros en un cuenco de loza. Vagabundos borrachos meando contra la pared. La cola se incrementa en dos docenas de...
Odradek está despierto, sigue rondando su carretel para espantar las formalidades, sus hilachas se adueñan de los rincones y está perfeccionando esporádicos monosílabos. No ha logrado identidad, y ante muy pocas personas se deja ver, yo soy uno de esos, y me creen loco cuando comento sus aventuras. Por cierto es que a Odradek se...
A veces, uno sale de casa sin rumbo fijo, pero cuando se está a seis grados bajo cero, sueles fijarte un destino, sino no sales a exponer tu cara al frío que la corta y enrojece. Aquella tarde, decidí que para cenar iba a hacerme una ensalada diferente, recomendación de mi hermana. Me faltaba el...
Cuando sea momento de abordar mi gran nave de madera, Cuando las astillas ya no puedan lastimarme, Cuando mi cuerpo esté listo para el viaje, No se cuando, no sé dónde, Espero que nos encontremos ahí, Te dije que todas mis canciones son para ti, Lo son, no mentí, Cuando todos estén listos para verme...
Cuando la señora Castaño abrió la despensa un martes por la mañana, se topó con él. No era uno de los suyos, desde luego; los suyos solían ir por parejas y jamás aparecían en la despensa. Éste era gris, diminuto, con una forma que sugería haber sido lavado demasiadas veces. Lo tomó con dos dedos,...
Mi loro se escapó. Sentí mucho su ausencia, decía tantas palabras… algunas en armenio, incluso en latín. Durante un tiempo, estuve buscando otro, pero no me decidía. Mi loro era único. Empecé a dejarme llevar por la tristeza y el sin sentido existencial. La noche en la que casi tiro la toalla, vi una rata....
Recuerdo la primera vez que vi a un niño-silla. Fue durante mi primer año de profesor. Se llamaba Ezequiel Rivera Cortés y era un adolescente normal de quince años, cuya única característica a destacar era el flequillo negro que caía sobre sus ojos igual que un visillo atenúa la luz de una ventana. Al principio,...
Todas mis mañanas iniciaban del mismo modo, con ganas de que no iniciaran completamente. Cuatro horas de sueño nunca serían suficientes, pero ya me había adaptado. Desde que inmigre había pasado por muchos trabajos y actualmente tenía dos empleos que me ayudaban a mantener a mis familiares en mi país natal. Era una tarea difícil,...
Cuando te regalan un kafka te regalan también una gran responsabilidad, una responsabilidad incluso mayor que la del reloj del cuento de Cortázar. Cuando te regalan un kafka tú no eres el regalado ni el sorprendido, tú eres la víctima, eres a la vez el emisor, el receptor y el mensaje de ese regalo. Cuando te regalan...
En un mundo dominado por artificios, donde lo natural ha sido relegado al olvido, Se busca desesperadamente algo auténtico y puro. Durante el caminata, encuentro un objeto extraño e imposible en una acera, que desafía toda lógica y percepción. Al tocarlo, el objeto revela una serie de imágenes y sensaciones que parecen contener verdades ocultas de la realidad, mientras el entorno urbano se desmorona momentáneamente.