Historia de Mel
Bajaron a la playa con las sandalias colgadas de los dedos. Hundieron los pies en arena harinosa primero, y en la línea que había alcanzado la lengua del mar en retirada después. Al final de la cremallera de espuma batida, una cicatriz todavía abierta en la piel de la playa, se intuían las rocas cubiertas...