El periodista deberá ser especialmente prudente con las informaciones sobre suicidios. En primer lugar, porque no siempre la apariencia coincide con la realidad.

Libro de Estilo de El País

¡Que alguien me explique por qué no podemos hacer un telediario sin que aparezca un puto perro montando en patinete! ¿Cómo? ¡Joder! Ya sé que no hay ningún perro, pero como si lo hubiera. ¿Quién ha traído esta mierda? Un minuto y entramos por la cámara tres. ¿Quién? ¿Qué becario? ¿Cuál de esos inútiles? Cincuenta segundos. ¿Andrés? ¿El gordo? Pues que alguien le diga que luego se tiene que pasar por mi despacho, que visto lo que ha aprendido en la universidad, a lo mejor necesita dos hostias como refuerzo. ¡Treinta segundos! Preparados en el control. De acuerdo, ya sé que casi no hay tiempo para preparar nada, pero alguien se puede encargar de gestionar este pedazo de mierda para que no caer en el sensacionalismo puro y duro. Nos van a acribillar en Twitter. Diez segundos. No sé, no sé… Me cago en todo, de verdad, da igual lo que hagáis, pero ¡dad una vuelta a la noticia! Cinco segundos, ¿se puede saber por qué no contesta nadie?, dos, ¡vagos!, uno, estamos dentro.

Buenas noches, hoy es veinte de mayo de 2011 y esto es lo que está pasando en el mundo. Les habla Juan Manuel López y a continuación vamos a conocer los principales titulares del día. Ráfaga dentro, cuatro, tres, dos, uno. El presidente del Gobierno ha asegurado hoy, en un desayuno organizado por la Cámara de Empresarios, que el ejecutivo maneja previsiones que señalan que se crearán puestos de trabajo en un espacio breve de tiempo. Metemos declaraciones, veinte segundos. A ver, que alguien me explique qué leches es esto de que vamos a cubrir una presentación de un libro en una cafetería que, a su vez, es el funeral de un escritor suicida. ¿Tienen al muerto en la barra? De verdad que no me lo creo. ¿Alguien en la redacción ha leído el Libro de Estilo alguna puñetera vez? ¿No sabéis que prohíbe taxativamente hablar de suicidios porque se genera un efecto llamada entre todos los trastornados del país? Cinco, de verdad, ¡qué inútiles!, tres, dos, uno. En cambio, el líder de la oposición en la rueda de prensa posterior al comité regional ha criticado las políticas que está siguiendo el Gobierno porque, desde su punto de vista, solo pueden ahondar aún más en la recesión económica. Dentro declaraciones, estas son más cortas, diez… ¡Qué alguien llame a la redactora jefa de cultura! Seis, ¿cómo se llamaba? Tres, dos, uno, dentro cámara dos. En la bolsa, sigue la preocupación sobre la situación que se vive en Estados Unidos y creo que los números rojos han sido generalizados a lo largo de todo el día. Plano general con cámara tres. Conectamos con Soraya Rodríguez que ha estado en el parqué madrileño todo el día. Buenas tardes, Soraya. Fuera, 25 segundos y volvemos.

Eso, ¡Vanesa! Pues que alguien llame a Vanesa y que se ponga los cascos en el control, quiero hablar con ella. Sí, en el corte de publicidad. Y que alguien me traiga agua por favor. Regresamos, ¿preparado, Juan? Espera, hay que dar un poco de aire a la cámara uno por arriba que se ha movido. Vale, ocho segundos. Estate un poco más tranquilo, que estás locutando a cien por hora. Tres, dos, uno, salimos por cámara uno. Mientras tanto, el conflicto internacional en Mali sigue abierto. Ya se cuentan por centenares los muertos a manos de los rebeldes y, hoy, está previsto que el Consejo de Seguridad de la ONU tome una resolución al respecto sobre la posibilidad de intervenir. No obstante, el veto de los Estados Unidos ha vuelto a frenar cualquier tipo de iniciativa. Nuestro corresponsal en Nueva York, Mario Ortega, ha seguido durante toda la jornada las negociaciones. Abrimos plano con la tres. Buenas tardes, Mario. Buenas, Juan Manuel, pues sí como bien decías… Volvemos en dos minutos que luego hay desconexión con publicidad. Salimos con deportes directos por la cámara dos.

¿Está ya Vanesa? Muy bien, pasadle los cascos. ¡Vanesa, guapa! ¿Qué tal? Oye que tengo un problema con un becario que no ha enfocado bien, que digamos, un contenido y se nos ha colado. Sí, ahora hay que rellenar unos cuatro minutos. ¿Cómo estás de tiempo? Bueno mujer, pues llámale y le dices que vas a llegar un poco más tarde. ¿Vale? Sí, te explico, parece ser que tenemos una unidad móvil en una cafetería para cubrir un funeral-presentacióndelibro de un escritor que se ha suicidado. No, ¡qué va! Eso es lo peor de todo. Parece que el señor no había publicado nada, me imagino que las editoriales solo le ofrecerían sacar su panfletillo como libro electrónico y el viejo, que debía estar chapado a la antigua, se negó. Decía que tenía que ser en papel, por sus santos cojones. Y claro, ninguna editorial cogió el envite. Al final, se cansó, se le cruzaron los cables y se tiró desde un sexto piso. Un minuto, ¡preparados todos! Sí, exacto. Y ahora un oportunista ha comprado los derechos y, con toda la cara del mundo, han convocado a la prensa para el funeral diciendo que, te cito textualmente la nota de prensa que tengo aquí: “Será la presentación del último libro de papel”. Vamos, que han hecho publicidad inmoral y al becario se la han colado, ¡y lo han metido en la escaleta para cerrar el informativo! ¿Se te ocurre algo? Ante todo, tenemos que restar importancia al suicidio. No, no creo que nadie se haya leído el libro. No hay tiempo. Treinta segundos. Perfecto, mesa de debate en torno al fin de la publicación de libros impresos. Pero si me traes a alguien, que uno se posicione a favor y otro en contra. Claro, claro. Diez segundos. Gracias Verónica, eres un cielo. ¡Perdón, Vanesa, que se me ha ido la cabeza! Cinco, cuatro, ¿y mi agua?, tres, dos, uno.

En el bloque de deportes, esta semana no hay Liga, pero parece que el mundo del fútbol está conmocionado por las declaraciones que realizó ayer el capitán del Atlético de Madrid. Santiago Medrano, pillado la pasada madrugada en un bar de alterne con jugadores del eterno rival. El jugador ha pedido perdón a la afición. Justo Martín, cuéntanos algo más de este asunto tan turbio. Buenas tardes, Juan, así es, como bien, has señalado, el capitán del Atlético de Madrid, Santiago Medrano, en una rueda de prensa, esta tarde, ha pedido, disculpas, a la afición colchonera, por su mal comportamiento. Le podemos, escuchar, a continuación. Entran declaraciones. ¿Y, se puede saber, por, qué coño, hablas entrecortado? Llevas un soniquete muy desagradable. Si no quieres parecer un cantante de rap, yo que tú me lo miraba. Diez segundos. ¡Joder, no te lo digo a malas, tío! Cinco, llevo unos años en esto y era solo un consejo. Tres, dos, uno y estamos dentro. Cámara uno. Hoy en el bloque de cultura trataremos un tema muy controvertido, ¿está abocada a la extinción la publicación de libros en papel? Abordaremos esta pregunta con especialistas del negocio editorial y también conectaremos con la unidad móvil que se encuentra presente en un acto con sabor agridulce, un funeral que a su vez es la presentación de un libro. Ahora bien, si quieren saber más, tendrá que ser tras una breve pausa publicitaria. Muy bien, cuatro minutos y salimos. Que alguien de un poco de color a la cara de Juan, parece un muerto con mala hostia.

Mira que llamarme Verónica, diez años, diez años trabajando con él y aún no se ha aprendido mi puto nombre. Es un prepotente de cuidado, cree que él ha inventado la televisión. Y ahora que le digo a Sergio. Bueno ya sabe que esta es mi profesión, al final, soy yo quien mantiene a la familia gracias a esta mierda de curro. El aniversario a tomar por saco. Seguro que discutiremos y luego ni noche, ni cama, ni sexo. Se va a quedar fría la cena, pero tú verás. Odio el pero tú verás. Yo ya me he cambiado, pero tú verás si te quieres quedar esta noche en casa. Ya he llamado a estos, pero tú verás si quieres que lo cancelemos. Estoy más empalmado que nunca, pero tú verás si no te apetece. Pero tú verás… Y encima me hace sentir culpable porque habrá estado toda la tarde preparando algo especial. No, me intentará dar más pena diciendo que lo llevaba preparando todo el día. ¡Joder, Sergio, qué te crees, que a mí me gusta seguir aquí a estas horas! Yo también quiero descansar, y entonces, le doy donde más le duele y le digo que si por mí fuera yo me quedaba en casa encargada de los niños. ¿Pero de qué comemos, Sergio? ¿Del aire? ¿De las oposiciones que nunca has sacado y, permíteme, nunca sacarás? Además, Sergio, si me conoces como dices conocerme, tienes que saber que esta es mi vida. Que por estos momentos, por la tensión permanente, por no saber ni siquiera cuándo voy a llegar a casa, por todo esto me metí a periodista. Y por eso te enamoraste de mí. O eso me dices. ¿Cuánto tiempo has tardado en darte cuenta de que trabajar en la televisión lleva implícito estas cosas?

Bueno, vamos allá. ¿Sergio? Mi vida, que me ha surgido un problema y me tocará llegar un poco tarde a casa. Pero no te enfades precioso, ya sé que es nuestro aniversario pero simplemente lo atrasamos dos horitas, ¿te parece, canijo? ¿De verdad que no te importa? Jobar, eres el mejor cielo. Pero ¿me prometes que no estás enfadado? ¿Seguro? Pues mucho mejor, gracias por ser tan bueno conmigo. Vale cosita, te dejo. ¡Ah! Por cierto, no te preocupes si se enfría la cena, seguro que sigue estando todo riquísimo aunque haya que meterlo en el microondas. ¡Ah, vale! Qué todavía no habías empezado… Pues mucho mejor, así ya no se te queda fría. Vale, vale… Muy bien, pues nos vemos en un ratito. Un beso. Sí, yo también.

Este capullo se ha olvidado de que era nuestro aniversario. Será cretino. Se va a enterar cuando llegue a casa. Bueno, también, visto desde un lado práctico ahora yo tengo las de ganar en la bronca. Ha salido redondo. Vamos a ver, ¿a quién llamo para cubrir el debate este? Tiene que ser alguien que ande por la tele o cerca, porque no tenemos mucho tiempo. ¡Vaya marrón! Piensa, Vane, piensa. Perfecto, puedo llamar a la Teresa y al Rubén. Seguro, que no tienen ningún problema. Les digo, que pueden mencionar a su editorial y a su página web y punto. Con tal de hacer publicidad gratis seguro que están dispuestos a hacer el paripé. Además, tenemos una unidad móvil así que no tendría que ser complicado cubrir los cuatro minutos.

¡Hola! ¿Teresita? Guapa, ¿dónde estás? ¿Y andas liada o te puedes venir un rato a la tele? Nada del otro mundo, para hablar sobre la conversión del negocio editorial. Hemos tenido algún problema de contenidos y queríamos a un especialista que nos hablará sobre la supervivencia de las editoriales ante el auge de los libros electrónicos. Ya, claro, pues, mujer, dilo tranquilamente. Si te quieres meter con todo el país porque la gente no lee, yo no tengo ningún problema. Bueno, bueno… Entonces, ¿te veo en cuarto de hora? Sí claro, te puedes traer a la niña, ya me encargo yo de ella mientras tanto.

¿Hola, está Rubén? Vale, gracias. ¡Rubén! ¿Qué es de tu vida, majete? Anda que hace mucho que no hablamos. Te acuerdas de lo que me dijiste aquella noche, pues si vienes en menos de quince minutos a la televisión te dejo que hables de tu página y encima te prometo que accedo a que me invites a cenar un día de estos. Sí, majo, ahí sigo con el muermo de mi marido. ¡Oye, guapo, no te pases que también es el padre de mis hijos! Mira que eres zalamero. Bueno, ¿qué? ¿Te vienes o no? Vale perfecto. Pues voy a ir preparando un poco la escaleta nueva y en cosa de cuarto de hora bajo a saludaros. ¡Ah! Sí, viene Teresa, ya sé que no tienes mucho trato con ella, pero hombre si quieres dejar pasar esta oportunidad porque esté esa en el plató. Vale, vale… Ahora nos vemos, un besito. Una llamada más y todo arreglado. ¡Oye, tú! Sí, tú. Perdona que no me sepa tu nombre, pero es que eres nuevo. ¿Sabes quién está en la unidad móvil del funeral? Vale, pues dame su teléfono, por favor. Perdona, ¿has dicho setenta o sesenta? De acuerdo, muchas gracias.

Chicos, os llamo desde la redacción. Sí, a ver, hemos tenido un problema y necesitamos un enfoque nuevo. Nada de hablar del suicidio, ¿entendido? Ahora va a ser contenido puramente cultural, sin sucesos. Ya sé que eso es una mierda, pero es lo que hay. La ha cagado un becario. No sé quién ha sido, y me da igual, no es mi problema. Que sí. Anda, cállate y búscame a algún protagonista para hacerle una entrevista en directo, guapita. ¿Qué coño significa eso de que es imposible? ¿Unos qué? Mira, como si son frikis o frokas. Me da exactamente igual, haz tu trabajo y rapidito que entramos en menos de… Madre mía, de diez minutos. Adiós, adiós.

¡Menudo marrón! Me acaban de llamar de la redacción para que cojamos a alguien para hacerle una entrevista. ¡Ya, eso le he dicho! Menuda pandilla que tenemos por aquí. No tengo ni idea de a quién podríamos poner el micro. No, no, la gorda no. Seguro que es una plañidera que solo nos va a decir lo bueno que era él señor, y lo bueno que es el libro en cuestión. ¡Ja! Ya, ya, me estoy dando cuanta. Esta es una de las coberturas más surrealistas que he hecho en toda mi visa. ¡Ja! ¿A quién? A la tetona de la minifalda, pero entonces ni mi padre verá mi cara. ¿Qué no? Te sorprendería la cantidad de depravados que hay por el mundo. Ayer me googleé y vi que hay más de veinte vídeos de aquel día que me caí en mitad de una crónica y se me vieron todas las bragas. ¿Qué no sabes lo que es googlearse? Pues, chico, poner tu nombre en el buscador a ver qué es lo que sale. Lo que te decía. Me puse a ver los comentarios que habían hecho en YouTube al vídeo y ¡eran unas guarradas! Sí, claro, tendría que sentirme halagada. ¡No te jode! Sí, sí… Mejor que te desnuden con los ojos a que te pongan a parir porque la has cagado. Tú eres idiota, de verdad.

Oye, mira a ese. Sí, él que está con un café leyendo el libro y se le caen las lágrimas. ¡Qué imagen, madre mía! ¡Ja! Me voy a acercar a hablar con él para preguntarle si le apetece salir en la televisión un rato. Ya, ya, tanqui que voy con tacto. ¡Ja! Con suerte ha visto mi vídeo y se anima. Hola, perdona que le moleste, ¿podría charlar con usted un minuto? Mire, somos de la televisión, del telediario de tarde, y en unos cinco minutos vamos a entrar en directo para cubrir el funeral de su… ¿era usted familiar? De acuerdo, un amigo muy cercano. ¿Y estaría dispuesto a atendernos brevemente? Pues le agradezco muchísimo su colaboración. ¿Me puede decir su nombre y apellidos para pasar la información a gráficos? Así podremos poner un rótulo que le identifique cuando salga su imagen. Muy bien, ¿Ignacio qué más? G. Rodríguez.

SINOPSIS:

La literatura es su vida y su vida es literatura, o eso creía. Conforme pasan los meses mientras intenta publicar su primera novela, se da cuenta de que el negocio editorial está podrido. Indignado ante esta realidad, crea un grupo de supuestos literatos que conoce en una de las muchas plazas del 15-M. Este grupo antisistema, autodenominado como «La nave de los necios», empieza a recorrer los clubes de lectura para predicar sus enseñanzas; comienza una huelga de hambre en una librería; trata de sabotear algunos de los premios literarios más importantes del país; pero ninguna de sus hazañas logra captar la atención de las élites editoriales. Tienen que ser más radicales. Esta sociedad secreta «anti-sistema-del-libro» está dispuesta a todo con tal de publicar el que ellos llaman «el último libro de papel».

Esta es una novela cargada de un humor corrosivo en la que la forma (estructura y estilo) está completamente supeditada al contenido. Así pues, el autor puede saltar del ensayo al teatro (pasando por la narrativa tradicional, el lenguaje de las nuevas tecnologías o la épica) con el simple (y complejo objetivo) de jugar con el lector estableciendo una estupenda ilusión repleta de segundas interpretaciones.

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