Un árbol familiar
Con las primeras luces sobre las tierras del oeste y el florecer de los nuevos frutos se estableció la primavera. Atrás quedó el frío de pesadilla en las chozas proletarias y el aullido de los lobos a medianoche en busca de niños. Ahora, los muchachos se lanzaban sobre campos fértiles entre risas inocentes, las niñas...