Un kilate de café
Los últimos días de febrero tienen todavía esa grata frescura de cielo decembrino que usualmente se prolonga más allá del principio de año. Yo afianzo la mano de Rafaelito dentro de la mía mientras cruzamos la avenida. Al entrar al gran supermercado chino el niño busca el carrito y rápidamente veo su intención de lanzarse...