El mar, como consuelo.
Catalina salió de la casa sin mirar atrás. Una ráfaga de aire frío la hizo tambalear. Aturdida, se vio envuelta en una multitud apresurada por llegar a casa antes del anochecer y, poco a poco, fue perdiendo la noción del tiempo… Calles oscuras y vacías. A lo lejos la sirena del barco anunciando la salida....