Huecas cuencas.
Ha llovido, dios sabe qué, una gota fría al temple tierno de tu párpado. Y te ha rociado la retina , te ha besado la mirada. Y yo aún celoso de esa nube, debe notarlo, me ha bañado las pestañas, y han pintado óleos tus pinceles con el barro y con el agua que embalsaman...