Llegaste tú
Una casa sin fotos ni retratos, un salón, con las estanterías a medio llenar de libros, un armario con perchas huérfanas de ropa. cajones con sitio libre al fondo, vasos que nunca había usado, y una taza desgastada, por no estrenar ninguna más. Platos con el precio aún puesto, y sartenes con la etiqueta pegada...