HUMANIDAD 2.0
La tormenta descargaba sus feroces rayos sobre el lujoso rascacielos, que se erguía orgulloso en el centro de la ciudad. Mientras, unos cuantos metros más abajo, la vida de la metrópolis continuaba impasible, ajena a lo que habría de suceder. Circulaban los coches. Las gentes, ajetreadas, se afanaban en acudir a sus trabajos y tareas....