Querida Clara
Querida Clara: Qué hermosa Milán. Esta postal la adquirí en la Catedral de San Ambrosio. Fue un sabio , el primero capaz de leer en silencio. El guía nos contó que antes de Ambrosio sólo se leía en voz alta, desde largos rollos, con luz natural. Aunque existían candiles y velas la recitación nocturna hubiese...