Vámonos de aquí.
Viajera mi alma, que se viste y se desnuda imaginando destinos nuevos o contemplando allí dónde llegamos tiempo atrás. Insaciable. Todos los días le parecen el momento preciso para cargarme la mochila en la espalda y animarme a marchar, a ir. A comprar ese billete que en el lugar de destino tiene impresa la palabra...