Mente viajera.
Aún recuerdo aquel instante. Aquella noche de insomnio en Julio. La sofocante habitación solitaria donde me imaginé, me vi cruzando el ancho charco Atlántico. En pijama, el pelo a medio recoger y con un nudo en la garganta, me di cuenta, era ahora o nunca. Nunca sería tan joven, nunca tendría tanta vitalidad. Allí no...