Un trabajo de ensueño
Aquel mensaje era, con mucho, la cosa más inesperada e increíble que me podía suceder. Tenía que ser una broma. Detrás de aquella notificación de la oficina de empleo, en la que me ofrecían un contrato de dos años como recepcionista, vi escondida una bufonada de Mario, la persona más bromista que conozco. Con Mario...