Pago por Gabriel
Esta mañana pensaba en la presumida de Magda. Miraba los maniquís del Centro Comercial imaginando lo bien que me sentaría la blusilla sobre el ombligo, la falda ampona, los tacones altos y claros. Tendría que trabajar tres meses para comprarme el atuendo completo y tengo la certeza de que, aun consiguiéndolo, seguiría luciendo pobre. Magda...